
CONTRATOS INTELIGENTES REVOLUCIONAN EL ÁMBITO JURÍDICO
Los contratos inteligentes o smart contracts son una modalidad de contratación digital que se caracterizan por ser autoejecutables por sistemas computacionales. Gracias a los recientes avances en Blockchain, tecnología que emplea como base, la contratación inteligente se presenta como una alternativa revolucionaria y transgresora.
Son documentos registrados en la blockchain que permiten ahorrar costos y acelerar tiempos: en una cadena de bloques se pueden procesar miles de transacciones por segundo. Los usan bancos, instituciones educativas y particulares, es decir acuerdos que quedan guardados y validados en ese espacio virtual. En la blockchain cada movimiento deja su marca digital. En los contratos inteligentes se estipulan las cláusulas y la red certifica si se cumplieron.
Hay cuatro elementos esenciales para la formación de un contrato: oferta, aceptación, contraprestación e intención de crear relaciones jurídicas comerciales. Además, los términos del contrato deben ser inequívocos y las partes deben tener la capacidad para llegar a un acuerdo.
Entre sus ventajas, se pueden considerar la reducción de los costos al mismo tiempo que aceleran los procesos eliminando el error humano. Son autoejecutables, precisos e inalterables. Son transparentes y accesibles. La utilidad se hace más evidente en operaciones que requieren una o más de las características de las cadenas de bloques: inmutabilidad de los datos, garantía de autenticidad, inmediatez, automaticidad, transparencia y anonimato.
Entre sus desafíos, se debe considerar que su validez puede variar según la jurisdicción. En muchos países, aún no están regulados. Se deben abordar desafíos legales y regulatorios.
En cuanto a sus usos, son ideales para industrias donde la confianza y la eficiencia son cruciales, como las finanzas y la gestión de la cadena de suministro. La característica principal es que no se pueden modificar una vez implementados. Cada interacción se registra en la cadena de bloques y puede auditarse.
Estos contratos inteligentes se utilizan habitualmente para automatizar la ejecución de un acuerdo, de modo que todos los participantes tengan certeza inmediata del resultado, sin la intervención de intermediarios. También pueden automatizar un flujo de trabajo, activando la siguiente acción cuando se cumplen las condiciones predeterminadas.